«(…) La poesía de Valeria Meiller relee el ahora y su serie con una visión que se escapa de lo inmediato en términos de juicio y remite a lo cotidiano con la extrañeza de su continua génesis. Los objetos se piensan en su relación instintiva, como si ellos guiaran el dominio de una voluntad. Lo familiar aterra por la máquina deseante que ejerce un feedback entre las manos y lo que ellas tocan, su necesaria implicación. Esta máquina deseante parece encontrar en el contexto rural su primer funcionamiento: “En el tambo todo se acumula,/ de las ubres a la manteca se hace/ de leche también la primera muela.”