Para quien lee, y en particular para quien escribe, acertar con la palabra que dé en el blanco se parece bastante a la felicidad. Como en el juego de la batalla naval, ficha a ficha, palabra a palabra, cada apuesta puede hacer agua, algún tocado o con suerte al fin hundido. No importa. Queremos más: leemos una frase, escribimos un verso, y aunque esa palabra puede no estar ahí, sabemos que existe (por eso jugamos), que no somos infalibles, y que entonces nos queda hacer todo lo posible por encontrarla.
Buscar, reunir y compilar cierta poesía que de a momentos da en el blanco para compartirla y contagiarla también se parece bastante a la felicidad. Realizar esta antología fue una tarea fluida, alegre y sencilla –como ese poema manso que todos queremos alumbrar–. Hicimos lo posible, y esta vez debe entenderse como el deseo de acertar en nuestra valoración, y también el de equivocarnos a conciencia. Ésta es la antología de poesía que soñamos, ésta su respiración, su ritmo, su textura. Participan de ella quince autores con distintos recorridos dentro del vasto paisaje literario actual. Algunos de ellos fueron reeditados y traducidos (Fabián Casas, Pedro Mairal, Marina Mariasch, Daniel Durand), otros agitan la escena de ciclos y festivales poéticos (Mercedes Halfon, Carla Sagulo, Paula Peyseré, Mariano Blatt, Florencia Castellano, Valeria Meiller, otra vez Daniel Durand); hay poetas que publicaron parte de su obra en plaquetas o libros de pequeños sellos autogestionados (Mariana Suozzo, Roberta Ianamico, Mercedes Halfon, Martín Armada, Florencia Castellano, Carla Sagulo), y algunos con fuerte presencia en el campo editorial (otra vez Marina Mariasch, Daniel Durand), mientras que otros hacen circular sus textos por carriles casi secretos (Julián López, Alejandro Berón Díaz).
Todos ellos hacen lo humanamente posible por dar con cierta belleza. A menudo aciertan.
-CLARA MUSCHIETTI y CAROLINA SBOROVSKY
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