Por Pablo Sanguinetti, para El país.cr
«(…) Kulesz, de 35 años, es autor del estudio «Edición digital en el sur», encargado por la Alianza Internacional de Editores Independientes (www.alliance-editeurs.org) y presentado hoy en la Feria de Fráncfort.
El «sur» identifica en el estudio a seis regiones: América Latina, África Subsahariana, Rusia, China, el mundo árabe y la India. Kulesz investigó los mercados de cada una y obtuvo resultados sorprendentes.
«Es cierto que hay un gran retraso en comparación con los países desarrollados, una tecnología pobre e infraestructura y recursos humanos insuficientes», reconoció en la presentación de hoy junto a la sudafricana Bridget Impey, de Jacana Media, y la brasileña Mariana Warth, de Pallas Editora.
«Pero lo que hay que evitar es simplemente importar modelos que funcionan en el norte, esperar que Sony, Apple o Amazon aterricen en esas regiones. Creo que la solución pasa por alimentar ecosistemas y mercados locales».
Kulesz destacó que un 82 por ciento de la población vive en países en desarrollo y que muchos de ellos están experimentando un notable crecimiento económico. El experto encontró ejemplos notables de iniciativas digitales que ya funcionan con éxito en esas regiones.
«En Latinoamérica están surgiendo productores de contenidos digitales y algunos países, en particular Brasil, comenzarán a producir tabletas más baratas. El año que viene podemos ver novedades en ese sentido».
En el caso de África Subsahariana, donde hay poca penetración de Internet pero una fuerte presencia de los teléfonos móviles, existe la iniciativa sudafricana m4lit (de «mobile for literature»), que lleva contenidos a dispositivos móviles y ya cuenta con 70.000 usuarios activos. Paperight es otra innovadora iniciativa para convertir cada computadora con impresora en un centro de impresión a demanda.
Mientras que la principal dificultad en el mundo árabe pasa por la adaptación y la digitalización de su escritura, en Rusia «hay decenas de tiendas que venden libros digitales con proveedores de contenidos locales». Según descubrió Kulesz con sorpresa, el país más grande del mundo tiene también «más de 30 modelos de ‘e-readers’ locales (…)»
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