Reseña de John Fante en la revista Literatura y Lingüística N° 25
Por Susana Gerbiez
Resulta algo obsceno la escritura de un metatexto sobre otro. A pesar de lo unheimlich de esta situación enunciativa, ya que toda escritura sobre la escritura consiste en la ubicación del yo ajeno en el lugar del propio, qué decir de la doble repetición en este caso.
Arriesgo el sentir ominoso frente a la necesidad de referirme a un texto de gran interés e inquietud que se construye desde una analogía lingüística con el autor estudiado: John Fante.
La primera persona sobre la que Juan Arabia insiste en referencia a la obra literaria de John Fante es también su primera persona. Arabia dice: «Todas y cada una de las palabras de sus novelas son verdaderas. Ha vivido los libros, son su experiencia». Experiencia que toma el ensayista de manera orgánica, visceral y auténtica. Una oratoria limpia, en posición de oxímoron, frente al realismo «sucio» al que se alude.
No obstante las equivalencias mencionadas, en su coherencia discursiva y homologación semántica, Arabia elude el simulacro, la referencia es lo que importa y allí está Fante. Otras duplicidades: referente ficcional y real. Osadía total de Juan Arabia en épocas del capitalismo tardío, donde el dios numen Discurso gobierna nuestras existencias y el nombre propio es el daemon impronunciable.