Toda pareja que ha habitado ese lugar donde la vida debería resplandecer y, en cambio, se oscurece y corroe puede reconocerse en Ana y Juan. Esta historia presenta una visión muy
ajustada y por lo tanto dura de la imposibilidad de reconstruir el amor, aun cuando el amor prevalece. Nos muestra individuos lastimados por golpes imperceptibles, dañados por el uso cotidiano, frustrados dentro de sus propios sueños, y empeñados en volver a ser lo que eran; como si fuera posible conservarnos intactos en un portarretrato. Mirarse por dentro y sacar algo en limpio: la novela propone este mecanismo como única vía posible para los personajes hacia la tan elusiva comprensión del otro.
Ana, verduga y víctima, da manotazos ciegos para salvar su relación con Juan, pero su estrategia inconsciente (o quizá no tanto) es el auto boicot. Juan agota esfuerzos para sacar a Ana del quiebre en el que vive y traerla otra vez a tierra firme: a su lado. ¿Pero acaso Juan no cambió de lado? Ese es el engaño, todos cambiamos de lado.
Desde John Cheever hasta Pedro Mairal, las historias sobre parejas en crisis han sido un tópico fascinante capaz de trasmitir el dolor (y el placer morboso) de una herida expuesta a la intemperie, de la carne viva agonizando al sol bajo la mirada impiadosa de los otros. Azucena Galettini, en esta novela, lo hace con maestría.
Margarita García Robayo
Azucena Galettini (1981) es doctora en Letras (UBA) y traductora de inglés (IESLV “J. R. Fernández”). En 2006 Lo único importante en el mundo (cuentos) obtuvo una mención del Fondo Nacional de las Artes y en 2010 lo edita El Fin de la Noche. La primera de las tres virtudes fue finalista del Premio Internacional de novela “Letra Sur”. Fue Secretaria y luego Jefa de Redacción de la revista literaria La balandra (otra narrativa) desde sus inicios en 2011 hasta 2015. Investiga sobre la poesía del Caribe anglófono para CONICET y es docente de literatura inglesa. Además, se desempeña como traductora para diversas editoriales y dicta talleres de escritura creativa de forma presencial y virtual.