El primero:
«Uno, como librero, se está transformando en un devolvedor de libros. Yo soy un excelente devolvedor de libros. No sólo son libros que no funcionaron, sino que algunos ni siquiera van a la mesa. Esos libros que van y vuelven a la editorial gastan el flete al pedo. La librería ideal a futuro va a ser la que no tenga concesiones ni servicios de novedad.«
El segundo:
«Es como dice Bruce Sterling, en su lista de “desafíos para el futuro de la literatura”, cuando dice que con Internet estalla el sistema de consagración de las grandes figuras del campo de la cultura.»
Se puede leer la edición completa, dedicada al futuro del libro, acá